A partir de ese instante, el sujeto quedó detenido y fue trasladado al hospital, donde no registraron lesiones. Pero cuando se retiró de la comisaría, 6 horas después, tenía sus dos ojos inflamados, con moretones y golpes en todas las partes del cuerpo.

"Estos policías y otros lo dejaron así a mi tío, lo violaron, lo torturaron lo quisieron matar, grababan audios cuando el pedía ayuda y se lo mandaban en los grupos de WhatsApp que tiene la policía", denunció públicamente una sobrina del hombre.

"Le repitieron una y otra vez que lo iban a matar, que le iban a colgar unos bloques en el cuello y lo iban a tirar al mar que nadie lo iba a reclamar. Pensaron que nadie iba hacer nada; que esto iba a quedar impune pero él no está solo", agregó la joven.

La denuncia fue confirmada luego por el propio Federico Bonina en una entrevista radial en Puerto Deseado. Allí agregó que los policías lo habían violado con una cachiporra y luego lo golpearon salvajemente.

El hecho tomó repercusión en la provincia sureña y desde el Gobierno informaron que la Policía de Santa Cruz ya está trabajando junto a la Justicia para dilucidar lo ocurrido. Y añadieron que en este marco, desde el Ministerio de Seguridad y la Policía Provincial, se iniciaron las investigaciones internas y los correspondientes sumarios administrativos, lo que implica el apartamiento de sus funciones.