El sindicalista de los petroleros Claudio Vidal, realizó días atrás una mediocre exposición mediática, intentando convencer a los más de 6 mil afiliados, que una postura firme iba a ser suficiente para convencer al empresariado a pagar el cien por ciento de los sueldos sin que los trabajadores asistan a sus puestos de trabajo y en contra de todos los acuerdos nacionales realizados por los distintos sindicatos de la Argentina.
La insólita iniciativa del petrolero fue obligar a todos los delegados de base, a grabar videos donde los mismos afirmaban el apoyo incondicional a la lucha del “Líder” y difundirlo por todos los medios pagos por el sindicato.
La jugada de Claudio Vidal para convencer a sus afiliados es, en primera etapa, convocar al paro general y de esta manera hacerle creer a los afiliados que su “líder” lucha por lo que les corresponde.
Vidal al verse acorralado y cercado por las empresas ahora intentará obligar a los trabajadores a aceptar un retiro voluntario obligatorio para luego ser reincorporados en un futuro inmediato, como ocurrió en el año 2017, los cuales aceptaron sumas ínfimas a lo que realmente correspondía y al día de la fecha continúan fuera de la industria petrolera sin posibilidades de ingreso.
Lo que no comunica Vidal es que una vez que favorece al empresariado con los famosos “retiros voluntarios”, los que tienen acceso nuevamente a un puesto de trabajo en la industria petrolera son los leales al Sindicato y así el secretario general logra sacarse a los afiliados opositores o rebeldes del medio.
En definitiva, el afiliado pasa a ser un número mas tanto para el Sindicato como para la Empresa. Como dirían nuestros abuelos: “La historia se repite” y el gremialista tendría las horas contadas frente al Sindicato que lidera.
