El viernes último, sin saber que Máximo Kirchner estaba analizando su posible estadía permanente en Santa Cruz, hubo un encuentro personal, sin fotos, que llegó luego de varios llamados en común. Fernando Gray fue desde Esteban Echeverría hasta Hurlingham para ver al otro intendente no querido por La Cámpora, Juan Zabaleta.

Durante casi dos horas, ambos compartieron experiencias y, seguramente, Gray le habrá brindado algunos consejos a Zabaleta que hace tiempo viene soportando la “amabilidad” de sus antiguos compañeros de gestión hasta que todo estalló, que fue el momento en el que el exministro de Desarrollo Social volvió a hacerse cargo del Ejecutivo municipal.

¿Por qué consejos? Porque desde 2015 el intendente de Esteban Echeverría viene “ninguneando” a los pedidos de los amigos de Máximo Kirchner. Es que nunca pudo creer que nadie hubiera levantado un teléfono cuando Hugo Moyano, entonces aliado de Néstor Kirchner y presidente del PJ bonaerense, le tomó el municipio más de 45 días.

Tanto Zabaleta como Gray creen que las PASO son la mejor herramienta para determinar conductor y acompañante. Y, coincidentemente también, ninguno de los dos tiene deseo de estar a tiro de las pretensiones de “revolución interna” promovido por Martín Insaurralde. “La verdad que no se habló del inicio de ninguna línea interna. A lo sumo, como ejemplo de un debate interno que debe tenernos a todos adentro”, dijeron cerca del intendente de Hurlingham.

A pesar de las múltiples coincidencias, hay algunos aspectos sobre los que no opinan igual. Fundamentalmente sobre la suerte del oficialismo en las elecciones de 2023. Para Zabaleta, la discusión no sólo debe darse en el marco del Frente de Todos, sino trabajar para que el espacio tenga los mejores candidatos a nivel nacional y provincial para volver a ganar. Gray, en tanto, cree en ese esfuerzo, pero remarca que lo que se haga ahora servirá para lo que viene después de este gobierno, porque “los líderes surgirán naturalmente”.