Política
El ABC de la corrupción

Las represas de la discordia: el Gobierno tomó deuda para unas obras "controversiales"

La reunión relámpago de Alicia Kirchner con Silvina Batakis momentos antes de abandonar su cargo de ministra levantó muchas sospechas.

El viaje relámpago hasta Río Gallegos de la ex ministra de Economía, Silvina Batakis, para firmar una adenda al contrato de Represas en Santa Cruz, mutó de la sorpresa inicial al misterio posterior sembrado por el propio Gobierno provincial cuando dio a conocer el parte de prensa sobre una gestión que involucraba una desconocida suma millonaria en dólares “para garantizar la continuidad de las obras”. La UTE tampoco emitió comunicación al respecto.

El secretario de Estado en la Coordinación Provincial de Aprovechamientos Hidroeléctricos del Río Santa Cruz, Daniel Copertari, mencionó que “en ambas represas se está dando continuidad a la labor tras superar el contexto de pandemia y ahora con la veda invernal”, y afinando el foco en el principal punto de interés añadió, “en agosto se va a reiniciar más fuertemente después de solucionar algunos temas financieros”. No obstante, el funcionario provincial no dio cifras sobre los montos habilitados para dar continuidad a las obras.

Lo que no informó el gobierno tampoco lo informó la UTE, que desde que inició su actividad en Santa Cruz fue reacia a la comunicación con la sociedad con la cual interactúa.

La suma comprometida por Batakis era de 300 millones de dólares que se suman al costo original de la obra de 4.700 millones de dólares financiados por bancos chinos.

A su vez, Batakis cumplió instrucciones del Presidente Alberto Fernández, que en su viaje oficial a Beijing prometió al dictador de China Xi Jinping que haría lo necesario para construir las dos centrales hidroeléctricas, y firmó una adenda del contrato original que destrabó la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic.

Buscando despejar dudas, la diputada del PRO Karina Bachey presentó un proyecto de Resolución solicitando al Poder Ejecutivo que informe “acerca del endeudamiento de Argentina recientemente consolidado por Silvina Batakis con China, por un monto de al menos 5 mil millones de dólares”, para la construcción de las represas.

¿Qué razones de urgencia extrema justificaban la presencia de Batakis en el despacho de Alicia Kirchner en su último día como funcionaria, para estampar una rúbrica en un contrato comercial, que ni siquiera la gobernadora firmó? Aparentemente, por tratarse de un convenio firmada entre dos países, las adendas al contrato comercial con una UTE, deberían firmarla ENARSA por el lado argentino, y representantes de la UTE que integran la constructora china, Gezhouba Group Corporation, y las nacionales Electroingeniería S.A. e Hidrocuyo.

Luego que en 2020 se cayera el financiamiento por la dilación en la construcción, y el Estado argentino tuviese que aportar fondos para garantizar la continuidad de la obra, el 26 de mayo último el presidente Alberto Fernández firmó el Decreto 629/2022 con el modelo de acuerdo de enmienda y el restablecimiento del crédito.

El proyecto hidroeléctrico, ubicado en la provincia de Santa Cruz, tiene como objetivo la generación de 1310 MW de energía. Actualmente están trabajando en las represas más de 2.700 personas.

Por el momento el proyecto sigue adelante, aunque la irrupción de una grieta en la represa Condor Cliff rebautizada Presidente Néstor Kirchner, llevó a reformular la obra y motivó la intervención de la justicia federal que pidió informes para conocer los movimientos sísmicos sobre las construcciones.

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