Judiciales y Policiales
Justicia patriarcal y machista en el noroeste

"Me maltrataron en todas las instituciones cuando pedí ayuda", el crudo relato de una víctima de violencia de género

Funcionarios pasivos y jueces machistas, un combo explosivo para las víctimas de violencia de género. (Foto: NOVA)

Lamentablemente la justicia continúa siendo noticia y no por buenas acciones, sino por seguir actuando de manera machista y patriarcal, revictimizando a aquellas mujeres que sufren violencia de género, vulnerando sus derechos e ignorando sus pedidos de ayuda.

Lamentablemente, los distritos de la zona noroeste de la provincia siguen dependiendo de las acciones de dos jueces machistas y sin perspectiva de género, como Eduardo Quelín y Guillermo Ghío.

Los antecedentes del juez Quelín hablan por sí solos. Solo basta recordar que atropelló a una menor y huyó como rata, y posteriormente volvió a protagonizar un incidente vial, sin mencionar la vez que fue detenido en Comodoro Rivadavia, en la provincia del Chubut con dos armas que no tenía autorización para portar.

Y el juez de Familia, Guillermo Ghío, es reconocido por nunca defender los derechos de las mujeres, ignorando los expedientes que se les presentan y dictaminando como se les canta.

En la localidad de Los Antiguos hay un caso indignante de violencia de género, tanto por la falta de respuestas de la justicia como por el accionar de los efectivos policiales.

La víctima le relató a NOVA que ha hecho reiteradas denuncias en la comisaría de ese distrito, pero nadie hace nada para que ella y otras tantas mujeres accedan a la justicia que merecen.

"Me violentaron en todas las instituciones cuando pedí ayuda", contó la víctima, que pidió que su identidad se mantenga en reserva.

A su vez, relató que sufrió múltiples hechos de violencia, por las que estuvo internada en reiteradas ocasiones y le dejaron severas secuelas. "Tengo discapacidad" a partir de los golpes recibidos, continuó la mujer que apenas cruzó la barrera de las tres décadas y media en su dramático testimonio

"Hice las denuncias hasta que salió una restricción", contó la víctima, que igualmente aclaró que el juez Ghío ordenó la restricción a favor del agresor, y no de ella. "(El magistrado) nunca se tomó el tiempo para tomar las medidas, como lo hace siempre", se lamentó la mujer, que continuó apersonándose en la única comisaría de Los Antiguos a pesar del pésimo trato de las autoridades policiales.

En una ocasión, pidió por la mujer policía con la que se entrevistaba periódicamente, y otro integrante de la fuerza le dijo que no estaba, y que "si no me gustaba, me podía retirar". Durante esa misma jornada, cuando iba saliendo, se cruzó con la mencionada oficial, que la hizo pasar a una oficina y, momentos después el mismo policía que la invitó a retirarse, entró en el despacho y la trató de forma violenta, ante la atenta mirada de la mujer policía no la defendió ni ayudó.

Posteriormente decidió presentar un hábeas corpus y la respuesta volvió a ser violenta: le enviaron a la policía a su domicilio (que se encuentra a diez pasos de la comisaría y a 20 de la Subsecretaría de Niñez y Familia). Los efectivos ingresaron rompiendo el portón de la propiedad. "En mi patio había dos personas que no conocía (eran testigos), la orden del juez fue mandarme a la policía con esa violencia solo para notificarme (cuando podían notificarla por correo). No me dieron la posibilidad de vestirme, mi hija de 7 se hizo pis encima".

"Me niegan todo tipo de ayuda", continuó la mujer con resignación y agregó un dato insólito: para la justicia "lo mío era un capricho". Por su fuera poco, la víctima indicó que "cuando pedí asistencia, me pusieron excusas y la última fue que como había nieve no me iban a ayudar".

Por otro lado, la mujer de Los Antiguos advirtió que "estamos haciendo denuncias por discriminación por no prestarme ayuda". En ese sentido, apuntó contra la subsecretaria de la Mujer de Santa Cruz, la masoterapeuta Jazmín Macchiavelli, y advirtió que (como si el nivel de miserabilidad no fuera ya el suficiente) la actitud de la funcionaria es un mero acto de "discriminación por cuestiones políticas".

En esa línea, continuó con las críticas a Macchiavelli al afirmar que “no denuncia desde la Subsecretaría las acciones del juez de Familia, que no lee los expedientes que le llegan con “múltiples denuncias de mujeres, dejándolas desamparadas, negandoles hasta cuota de alimento provisoria, revictimizándolas”.

Ante la pasividad de la Subsecretaría de la Mujer, la víctima de violencia aclaró que ayudan más las organizaciones feministas que el ente que comanda Macchiavelli, de quien aseguró que "no posee ningún nivel de estudio ni capacitación sobre perspectiva de género para ocupar este espacio, donde tantas mujeres esperan recibir asistencia con urgencia", y agregó que pareciera ser que a la gobernadora Alicia Kirchner, quien la designó en el cargo, no le importa "la lucha por el fin de la violencia de género".

Sin embargo, su caso no es el único en el que la justicia machista y patriarcal atropella los derechos de las mujeres. En la localidad Perito Moreno hay un caso similar, la esposa de un subcomisario que fue revictimizada con más de 600 preguntas que le realizaron en el marco de la denuncia para poder obtener una simple orden de restricción.

"No tenemos justicia en la zona noroeste", fustigó la mujer de Los Antiguos, que concluyó: "Ya no sé qué más hacer".

¿Tomarán cartas en el asunto las autoridades, o tendremos que lamentar una nueva víctima fatal mientras la justicia mira para otro lado? Mientras tanto, en la zona noroeste piden a gritos la presencia de una Comisaría de la Mujer.

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