VIDEO | Crece la tensión con los petroleros y el Gobierno de Vidal quiere sacar a trabajar a los presos

Este miércoles, a partir de las 11 de la mañana, el Sindicato del Petróleo, Gas Privado y Energías Renovables de Santa Cruz se reunirá en una asamblea que promete ser un punto de inflexión para más de 2000 trabajadores que han perdido sus empleos recientemente.
La atmósfera está cargada de tensión debido a la incertidumbre que rodea a la situación laboral, exacerbada por decisiones controversiales y la complicidad del propio gremio en la aceptación de retiros voluntarios en diversas empresas privadas del sector.
El sindicato, que tiene al frente a Rafael Güenchenen, un ex candidato a intendente de Las Heras que en 2019 promovió el voto a favor de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, se encuentra en una encrucijada.
La frustración de los trabajadores es palpable, ya que muchos sienten que su representación ha fallado en proteger sus intereses frente a las decisiones de la empresa y la pérdida masiva de puestos de trabajo. La asamblea se erige como una oportunidad para discutir el futuro del sector, pero también como un escenario de reivindicación y búsqueda de respuestas.
Desde el ascenso al poder de Javier Milei en 2023 a nivel nacional y de Claudio Vidal en la Provincia, la situación de Santa Cruz ha cambiado drásticamente. Aunque el cambio de gestión prometía una nueva esperanza para los votantes, la administración de Vidal se desilusionado, al parecer no superando los índices de desocupación y desempleo que se han mantenido estables o incluso empeorado respecto a administraciones anteriores.
Vidal ha sido criticado por la falta de obras significativas, lo que agudiza las problemáticas económicas y laborales que hoy enfrenta la población de Santa Cruz.
Uno de los aspectos más controversiales de la gestión de Vidal ha sido su decisión de permitir que individuos privados de libertad trabajen en el sector. Esta medida, aunque podría diseñarse como una estrategia para reducir la presión sobre el sistema penitenciario, genera preocupaciones sobre las implicancias que tendrá en las condiciones laborales del resto de los trabajadores.
La posibilidad de que personas en estas circunstancias acepten empleos a un costo menor podría empujar a los trabajadores en situación regular a aceptar condiciones laborales indignas, a la vez que pone en riesgo la estabilidad de quienes ya están sin empleo.
El desasosiego creado por esta serie de situaciones puede desencadenar reacciones de gran magnitud en las próximas semanas. La comunidad petrolera, golpeada por el desempleo y las decisiones que sienten como un agravio, busca respuestas y soluciones efectivas. En este contexto, la asamblea del miércoles se presenta como un espacio fundamental para que los trabajadores expresen su descontento y se planteen estrategias de resistencia, a fin de abordar una crisis laboral que parece no tener fin.
En conclusión, la situación en el sector petrolero de Santa Cruz es un reflejo de problemas más amplios que afectan a la provincia. La llegada de nuevas autoridades no ha resulto en mejora alguna; por el contrario, muchas de las decisiones adoptadas han exacerbado el descontento.