Estos insectos, conocidos habitualmente como las chaquetas amarillas, miden alrededor de dos centímetros y se alimentan de otros insectos, basura y carne, pero tienen la particularidad de -a diferencia de las abejas- poseer un poderoso aguijón liso el cual no pierden al momento de picar, por lo que una misma avispa puede atacar varias veces a su víctima.

El primer nido de esta especie se detectó hace diez días en la llamada Zona de Chacras de la ciudad patagónica, más precisamente en la pared exterior de una vivienda, lo cual llamó la atención ya que generalmente los panales son subterráneos y no aéreos.

El responsable de la Supervisión de Medio Ambiente del Caleta Olivia, Germán Stoessel, confirmó la noticia y dijo que la idea no es generar pánico a la comunidad, sino concientizar para que se tomen medidas y así impedir la expansión de las avispas, lo cual se logra evitando la generación de basurales clandestinos que se convierten en un foco de atracción.

Al mismo tiempo, el funcionario pidió a quienes detecten algún nido que no intenten combatirlo, ya que las avispas cuando se ven amenazadas pican o muerden con sus mandíbulas. Para evitar tal riesgo, se pide a los vecinos que se comuniquen inmediatamente con Protección Civil o con la Supervisión de Medio Ambiente para notificar el caso.

Ante la pregunta sobre cómo podrían haber llegado a la ciudad, teniendo en cuenta que se tenía conocimiento que los insectos se encontraban en Los Antiguos y Ushuaia entre otras localidades de la Patagonia, respondió que basta que llegue una avispa reina oculta en vehículos de transporte de cargas para que comience la plaga.

Finalmente, Stoessel hizo saber que pronto comenzarán con el período hibernación el cual se extiende hasta la primavera y dijo que es importante que en ese tiempo la gente tome conciencia sobre lo mencionado anteriormente para evitar una plaga.